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A propósito de salud mental

Pablo Fuenzalida
2 minutos

El Mercurio de Antofagasta | 19 de agosto, 2023

Cada día existe una mayor cantidad de estudios neurocientíficos que nos permiten comprender la relación entre nuestra fisiología, mente, el entorno y nuestro bienestar. Desde Santiago Ramón y Cajal, reconocido como el padre de la neurociencia, quien junto a Camillo Golgi realizaron publicaciones centrales para la comprensión de la anatomía del sistema nervioso, hasta Nazareth Castellanos, entre cientos y miles de científicos que actualmente dedican su vida a comprender e instruir sobre prácticas que propician el bienestar en las personas y por tanto cuidan su salud mental, el conocimiento ha crecido exponencialmente.

En este contexto, surge las preguntas: ¿por qué hoy hay mayores índices de depresión?, ¿por qué el bienestar ha disminuido? y ¿por qué hay más personas con crisis de angustia? ¿qué es lo que no estamos viendo?

Santiago Ramón y Cajal descubrió que el cerebro, que a simple vista es igual a una nuez, en realidad son millones de estructuras pequeñas (neuronas) que están interconectadas, al punto que si las estiráramos abarcarían muchos kilómetros. Él usó el símil de un bosque mirado desde el cielo, el cual se ve como una capa continua sin espacios, sin embargo, si uno se acerca, descubre que está llena de espacios y árboles separados unos de otros.

¿Será que hoy, y al revés de lo que dice el dicho popular, el bosque no nos está dejando ver los árboles? ¿Será que existen muchas interconexiones entre muchas partes implicadas en el tema de salud mental? ¿Será que más que ser un tema individual es un tema de la sociedad y todos sus involucrados?

El bienestar personal lo puedes alcanzar con cierta seguridad, porque así lo muestran los estudios, si te encargas de tu respiración, postura corporal, alimentación y corazón.

Sin embargo, esa solución es individualista y hoy el problema es sistémico. Es decir, está ocurriendo a personas que afectan sus entornos y esos entornos afectan a la vez a otras personas. Para mí, aquí está la clave del asunto: esta forma habitual de mirar el problema de manera lineal es, a su vez, parte del problema. Hoy requerimos aprender a mirar con enfoque sistémico, es decir, todos estamos mutuamente influidos y, por lo tanto, la solución la tenemos que elaborar juntos.

No podemos quedarnos esperando a ver «qué hará el resto». Necesitamos todos, en nuestros diferentes roles, buscar cómo impactar al sistema como un todo. Esto es un llamado a mirar esta problemática con enfoque sistémico para encontrar rápidamente una solución… ¡Así el bosque no evitará que veamos los árboles!