Comparte en:
Facebook
Twitter
LinkedIn
WhatsApp

Desocupación en Antofagasta en 8,7%

dev.dinamicashumanas
2 minutos

El Mercurio de Calama | Columna de opinión

Por Nitza Sánchez, Gerente General DHumanLab y Dinámicas Humanas.

La situación laboral en Antofagasta ha mostrado cifras preocupantes, con una tasa de desocupación que llegó al 8,7% entre julio y septiembre, lo que significó un ascenso de 1,5 puntos porcentuales en doce meses. Estos números no son los acostumbrados y nos invitan a levantar el mentón y mirar más allá del bosque.

En concreto, este panorama ha generado un renovado compromiso de los principales actores, no sólo por aumentar la oferta de empleos, sino también por elevar la calidad de las competencias laborales en la región.

La vocación productiva de la zona, centrada principalmente en la minería, requiere habilidades técnicas y también competencias blandas, como liderazgo, capacidad de adaptación, mirada sistémica y, en algunos casos, más ejecutivos. En este contexto, los programas de entrenamiento en esta línea de desarrollo se transforman en una oportunidad y, al mismo tiempo, en un acierto que permite formación integral alineada con las demandas del mercado.

Estoy convencida de que la empleabilidad trasciende el simple hecho de conseguir un trabajo; se trata de proporcionar a cada persona las herramientas necesarias para desarrollarse, más allá de la dimensión técnica y crecer dentro de las organizaciones, incluso de manera más integral. Por ello, asegurar este tipo de capacitaciones promueven un aprendizaje continuo y transformador desde la perspectiva de liderazgo y generan además impactos más grandes en clima, engagement y employee experience, que se entiende como la vivencia de las personas en la relación profesional con una organización, incluyendo todos aquellos momentos que suceden antes, durante y después del vínculo profesional con la organización.

Según estudios de ATD y Deloitte, durante los últimos cinco años, más de 12,000 trabajadores han sido capacitados en áreas clave como liderazgo y gestión, lo que ha llevado a un aumento del 20% en la retención de talento dentro de las empresas, evidenciando la relación entre la capacitación y el compromiso del colaborador, promoviendo un ambiente laboral más motivador y eficiente.

El reto que enfrentan muchas regiones, principalmente la región de Antofagasta, es significativo, y la colaboración de todos los actores del sector laboral es primordial. La invitación es a mirar más allá de la tarea y de los aspectos técnicos y que incorporemos una mirada más integral en torno al desarrollo de las personas en las organizaciones.

Tal como lo afirmó Karen Pérez, directora regional del Servicio Nacional de Capacitación y Empleo, es importante «resolver las cuestiones de fondo que hay detrás de los números». Con mucha esperanza vislumbro que, con esfuerzos unidos, se puede lograr transformar esta inquietud en oportunidades reales para todos y un crecimiento orgánico del desarrollo de las personas de la región, así como también de las organizaciones.