Dinámicas Humanas
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¿Volver o no volver a la oficina?

Marcela San Vicente
2 minutos

Columna de opinión: El Mostrador. Sección Braga, 16 de octubre, 2021

Si bien el trabajo remoto e híbrido ha traído múltiples beneficios, la situación actual para ambos géneros no es la misma si pensamos en volver a la oficina.


Los investigadores evidencian que las mujeres experimentan más estrés psicológico en situación pandémica en comparación con los hombres, por lo que es esperable que las mujeres no se sientan listas para regresar a la oficina, donde necesitarían ocultar ese estrés por compatibilizar los distintos ámbitos en los que tienen que desarrollarse.


Lo anterior se advierte en la Encuesta Nacional sobre Uso del Tiempo de 2019 elaborada por el INE en la que se afirma que las mujeres dedican más de tres horas en promedio que los hombres a los trabajos no remunerados (5,89 horas versus 2,74 horas).


A pesar de que en la actualidad en nuestro país hay un mayor compromiso por la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres, aún existe una brecha en los hogares, por la cual la división de tareas no es equitativa, y lleva a que muchas veces se privilegie la presencialidad del hombre en el trabajo en desmedro de la mujer.

Un dato relevante de la última medición realizada por el INE en el período abril-junio 2021 revela que el 10,2% de hombres asalariados están trabajando desde casa versus el 20,6% de las mujeres en la misma condición.
Esta situación podría traducirse en que el sesgo de proximidad -tendencia inconsciente, que consiste en dar un trato preferencial a quienes se encuentran en nuestra proximidad inmediata-, afectará más a mujeres.


¿Qué podemos hacer para afrontar de mejor manera este cambio e integrar el mundo del teletrabajo y el presencial evitando situaciones de desventaja para quienes trabajen a la distancia?


Lo primero y fundamental es vivir este proceso no como un problema, sino como un desafío adaptativo, que busca lograr que la conexión, compromiso, información y oportunidades sea igual para quienes trabajan de forma presencial, como de aquellos que lo hacen de manera remota o híbrida y, en especial, para las mujeres, donde las cifras ya nos muestran que estarían perdiendo terreno y visibilidad.


Tomando en cuenta esto, la recomendación es que las compañías realicen acciones que equilibren los mundos virtuales y presenciales, ya que un sentido de no pertenencia ya sea culturalmente o en el equipo, puede llevar a la soledad en el lugar de trabajo que, según los estudios, impacta negativamente en el desempeño laboral.


Como todos los aspectos del trabajo híbrido, las empresas todavía están probando las mejores formas para volver, cuidando a las personas y los resultados. Por eso es importante tener presente que no tendremos todas las respuestas y deberemos ir co-construyéndolas en esta nueva forma de trabajar, donde el error forma parte del aprendizaje.


La responsabilidad de todos es asegurar que las personas sean reconocidas, se sientan vistas y tengan las mismas oportunidades más allá de la modalidad de trabajo