Dinámicas Humanas
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¿Cómo construir hábitos exponenciales?

Ana María Cortés
3 minutos

Estamos llegando a la etapa final del año y probablemente muchos de tus deseos de fin de año todavía están plasmados en un papel. Te das cuenta que sigues manteniendo aquellas viejas rutinas que, si bien te trajeron hasta donde estás hoy, no te llevarán hacia aquello que quieres lograr.  

La buena noticia es que nunca es tarde para definir cuáles son aquellos hábitos que te acercarán más a tu objetivo y plantear una estrategia para cambiar esos hábitos que no son productivos.

La tendencia natural es que nos enfoquemos en los objetivos, sin embargo, aquí quiero plantearte algo distinto: empieza por preguntarte ¿Cómo es la persona en quién quieres convertirte? ¿Cuál es la identidad que te permitirá llegar a tus objetivos? ¿Qué identidad necesita tu equipo de trabajo para lograr sus objetivos?

El verdadero cambio de conducta se da cuando generas un cambio de identidad, ya que los cambios que realmente son sostenibles en el tiempo empiezan por un cambio en el SER, que luego se refleja en el HACER o conductas y finalmente en el TENER u objetivos. A manera de ejemplo, la meta no es leer un libro, la meta es convertirte en lector; la meta no es correr una maratón, la meta es convertirte en un corredor. La meta no es cumplir el KPI de producción, la meta es convertirte en un equipo de alto desempeño.

Tal como nos indica James Clear en su libro “Hábitos atómicos”, las investigaciones indican que cuando una persona cree en un aspecto particular de su identidad, es más proclive a actuar de acuerdo con esa creencia. Por lo tanto, el siguiente paso es lograr coherencia entre tu identidad y tus conductas, siempre y cuando dicha identidad esté acorde con aquello que quieres lograr. De lo contrario, quedarás atrapado entre la lealtad hacia la persona que crees ser y las conductas que continúan alimentando esa identidad.

Entre más evidencia tengas de cierta conducta, más fácil será construir tu identidad objetivo. De ahí la importancia de tener hábitos que hayan sido conscientemente seleccionados y que acumulen evidencia de la persona en quien quieres convertirte. Por lo tanto, la enseñanza que nos trae cada uno de esos hábitos que selecciones es que aprenderás a confiar más en ti mismo y empezarás a cambiar la historia que te cuentas a ti mismo.

El método que te propongo para las etapas siguientes está inspirado en la metodología Lean basada en el Toyota Production System, en particular la práctica 5S, cuyo principio es “Un lugar para cada cosa y cada cosa en su lugar”. Su finalidad es, por un lado, reducir el tiempo que dedicas a hábitos improductivos y, en cambio, incorporar en tu rutina aquellos hábitos que construirán tu identidad objetivo.

  1. Separa: Realiza un listado de tus hábitos o los hábitos diarios de tu equipo. Separa aquellos que agregan valor de los que son neutros y de los que van en contra de la identidad objetivo.
  1. Ordena: Identifica otros hábitos que no haces actualmente y que te ayudarían al logro de la identidad objetivo. Insértalos dentro del listado de hábitos inicial. Por ejemplo, antes de irte a dormir, leer una página. Con tu equipo de trabajo: preparar la agenda antes de las reuniones. Sé bien específico con el día y la hora o la acción previa.
  2. Limpia: Identifica estrategias para eliminar o hacer menos obvios y menos accesibles aquellos hábitos que van en contra de la identidad objetivo. En esta etapa, identifica las señales del entorno que hacen que sea fácil para ti caer en aquellos hábitos improductivos. Por ejemplo, dejar el celular fuera de la sala que destinaste para leer. En el caso de los equipos de trabajo, puede ser eliminar el no tener roles claros en la reunión, para que sea más efectiva.
  1. Estandarizar: Establece tu calendario de hábitos y la manera en que estos se ejecutan correctamente. En esta misma línea, estandariza lo que necesitas que esté presente en el entorno para que la ejecución del hábito se convierta en algo fácil y simple para ti. Por ejemplo, dejar el libro en el lugar que destinaste para hacer tu lectura diaria. En el caso de los equipos, tener una agenda con tiempos predefinidos y enviarla previo a la reunión.
  1. Seguimiento: Haz un seguimiento semanal de tus hábitos y velos optimizando a medida que vas mejorando o acercándote a la identidad objetivo. Por ejemplo, de leer una página a leer 10 páginas diarias. De hacer la reunión en 1 hora a hacerla en 45 minutos.

La metodología parece simple, pero en la práctica no lo es, por la sencilla razón que nuestro cerebro ejecuta los hábitos más arraigados de manera automática, sean productivos o improductivos, y esto lo hace en pro de la eficiencia del consumo de energía del cerebro. Entonces, el desaprender un hábito o aprender uno nuevo es como tener que decidir entre tomar la misma ruta que tomas al trabajo todos los días o decidir en tomar una ruta distinta. La tendencia será a utilizar la ruta que habitualmente tomamos todos los días.

Empieza hoy y en un año agradecerás haberlo hecho, pues estarás más cerca de la persona o el equipo que quieres ser, las acciones que esa persona/equipo realiza y por ende, los objetivos que quieres lograr.