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Liderar con criterios ESG: cómo las empresas toman decisiones sostenibles

November 04, 20256 min read

En este artículo revisamos las ideas compartidas por Francisco Contardo Sfeir, presidente ejecutivo del Comité de Paltas de Chile. Reflexionó sobre cómo liderar con criterios ESG permite transformar la sustentabilidad en una práctica real, coherente y medible dentro de las empresas.


Liderar con criterios ESG: el camino hacia la sustentabilidad real

Liderar con criterios ESG (medio ambiente, sociedad y gobernanza) ya no es una opción, sino una responsabilidad. Francisco Contardo explicó que el verdadero liderazgo sostenible implica pasar del discurso a la acción, integrando estos principios en cada decisión corporativa.

Durante años, muchas organizaciones entendieron la sustentabilidad como un área aislada, enfocada en reportes o campañas de reputación.

Sin embargo, hoy se entiende que el liderazgo con criterios ESG es una forma de gestión que atraviesa todos los niveles de la organización. Desde el diseño de productos hasta la relación con las comunidades, el enfoque debe ser transversal y coherente.

Francisco destacó que las empresas que realmente logran consolidar una cultura sostenible son aquellas que piensan en el largo plazo.

Tomar decisiones con mirada ESG significa evaluar cómo las acciones de hoy afectarán la rentabilidad, la sociedad y el entorno en el futuro.

“Liderar con criterios ESG es el camino de la sustentabilidad, porque te obliga a tomar decisiones pensando en el largo plazo y en el impacto real que generas.”

Este enfoque implica coherencia entre propósito y acción. Las empresas que miden sus impactos y avanzan con indicadores claros no solo fortalecen su reputación, sino que también generan valor tangible para todos sus grupos de interés.


Greenwashing: cuando la coherencia se pone a prueba

Uno de los temas centrales del episodio fue el riesgo del greenwashing, un fenómeno que ha crecido con la popularidad del discurso sostenible. Ocurre cuando las empresas comunican más de lo que realmente hacen, creando una brecha entre la narrativa y la práctica.

Francisco advirtió que esta falta de coherencia puede ser más perjudicial que no tener una estrategia sostenible.

Cuando el relato no se respalda con hechos, los consumidores y colaboradores pierden la confianza. En cambio, las organizaciones que se comprometen genuinamente con la sustentabilidad, aunque estén en etapas iniciales, construyen credibilidad desde la transparencia.

La sustentabilidad debe ser parte del ADN de la empresa”, enfatizó.

No basta con un departamento de medio ambiente o una memoria anual: el liderazgo sostenible requiere que las decisiones estratégicas, financieras y operativas estén guiadas por los mismos principios éticos.

Ser sostenible implica asumir compromisos medibles, evitar la superficialidad y alinear las acciones con los valores corporativos. El desafío no está solo en hacer, sino en hacerlo de manera coherente, con métricas verificables y apertura al aprendizaje continuo.


Consumidores conscientes: cómo saber si una marca es realmente sostenible

El consumidor actual tiene más información que nunca, pero también enfrenta una gran cantidad de mensajes ambiguos sobre sustentabilidad.

Francisco explicó que la transparencia es la herramienta más poderosa para generar confianza y credibilidad.

Identificar si una marca actúa con criterios ESG requiere mirar más allá del marketing o la estética “verde”. Los consumidores pueden observar aspectos concretos como:

  • Cómo la empresa gestiona a sus proveedores y su cadena de valor.

  • Cuál es su compromiso con el bienestar de los trabajadores.

  • Qué nivel de trazabilidad tiene en sus procesos.

  • Si cuenta con certificaciones reconocidas o estándares internacionales.

Francisco subrayó que los consumidores también tienen un rol activo. Al elegir marcas coherentes con sus valores, se convierten en agentes de cambio.

Su poder no reside solo en la compra, sino en la exigencia: las empresas que no se adaptan a estos criterios terminan quedando fuera de las decisiones de consumo de nuevas generaciones.

“Una marca sustentable no es la que más comunica, sino la que puede demostrar con hechos lo que dice.”

Esta idea refuerza la necesidad de pasar de la narrativa al resultado. Los reportes ESG no deben ser solo documentos formales, sino herramientas de rendición de cuentas que evidencien avances, aprendizajes y metas futuras.


Las personas como eje del cambio

Francisco enfatizó que la sustentabilidad no ocurre sin las personas. Los colaboradores son quienes habitan la cultura organizacional y quienes la sostienen en el tiempo.

Los líderes pueden definir políticas o estrategias, pero son los equipos los que las materializan.

Cuando una empresa logra que sus trabajadores comprendan el propósito detrás de las acciones sostenibles, la cultura se transforma. Las políticas ambientales o sociales dejan de ser mandatos y se convierten en convicciones compartidas.

Esto requiere generar espacios donde cada persona pueda aportar desde su rol. Las ideas más innovadoras muchas veces surgen desde áreas operativas o equipos jóvenes que observan el impacto directo de las prácticas cotidianas.

Darles voz y reconocimiento fortalece la participación y genera compromiso.

El liderazgo sostenible, dijo Francisco, consiste en inspirar y habilitar: crear entornos donde los colaboradores entiendan su capacidad de influir positivamente, tanto dentro como fuera de la empresa.

No hay sustentabilidad sin participación. Todos deben sentirse parte del propósito colectivo.


Del “hagan” al “hagamos”: un liderazgo compartido

El verdadero cambio ocurre cuando la sustentabilidad se convierte en un compromiso compartido. No basta con que el directorio, el área de ESG o los líderes de equipo impulsen iniciativas. Se requiere un enfoque colaborativo, donde la responsabilidad sea colectiva.

Francisco lo sintetizó con una frase que marcó el episodio:

“La sustentabilidad no puede ser un equipo diciendo ‘hagan’, tiene que ser un ‘hagamos’ que se comunique desde el compromiso y la acción.”

Este tipo de liderazgo promueve la corresponsabilidad y elimina la distancia entre quienes toman decisiones y quienes las ejecutan.

Cuando todos los niveles de la organización comprenden que el éxito depende del aporte conjunto, la cultura se fortalece.

Además, un “hagamos” implica comunicación efectiva y coherente. Las acciones sostenibles deben ser comprendidas y compartidas internamente, para luego proyectarse hacia los clientes, los aliados estratégicos y la comunidad.


La sustentabilidad como ventaja competitiva

Aunque muchas veces se percibe la sustentabilidad como un costo, Francisco recalcó que en realidad es una inversión estratégica.

Las empresas que integran criterios ESG no solo reducen riesgos reputacionales, sino que también acceden a mejores oportunidades de financiamiento, fortalecen su posicionamiento de marca y atraen talento comprometido.

En un contexto global donde las regulaciones ambientales y sociales se vuelven más exigentes, contar con prácticas sostenibles ya no es un diferencial, sino una condición de permanencia.

Las compañías que no se adaptan corren el riesgo de quedar rezagadas frente a competidores más preparados.

Por eso, liderar con criterios ESG no es solo una decisión ética, sino una decisión empresarial inteligente.


Escucha el episodio completo

Este episodio ofrece una mirada realista y esperanzadora sobre cómo las empresas pueden avanzar hacia una sustentabilidad integral, con liderazgo coherente, participación y propósito.

Francisco Contardo invita a dejar atrás los discursos vacíos y a construir organizaciones donde la sostenibilidad sea una práctica cotidiana, medible y compartida.

👉 Escucha el episodio completo en Spotify o en YouTube.

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✅ Takeaways

  • Liderar con criterios ESG es liderar con visión de largo plazo.

  • El greenwashing destruye confianza: la coherencia es clave.

  • Los consumidores buscan evidencia, no discursos.

  • Las personas son el motor de la cultura sostenible.

  • La sustentabilidad requiere liderazgo compartido: del “hagan” al “hagamos”.

  • La transparencia y la acción medible construyen credibilidad.

  • La sustentabilidad es una inversión, no un costo.


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